© Cofradía Santo Sepulcro - Zaragoza
basa su exposición en el análisis de la documentación obrante
en los archivos del monasterio, actualizando errores del pasado
y, como siempre, ejecutando un impecable trabajo en su
comunicación. Si lo que parece ser cierto, la Cofradía se funda
dentro de los muros del monasterio, como así está atestiguado
en sus documentos antiguos, esta no pudo ser anterior a la
propia construcción física del mismo, lo que nos avanza
veintitantos años en el tiempo (aproximadamente entre
1324/26); en el supuesto que no existiera ya en la ciudad una
aproximación, o una intención documentada de su constitución.
Si las fechas en la que se basa dicha Hermandad sobre su
origen están recogidas de lo publicado por Olivan Baile sería
erróneo, pues este bebe de las fuentes equivocadas de
Odriozola, incluyendo en ese yerro Antonio Ubieto, L.
Ballesteros y Canellas López, todos grandes popes de la
historia, que hicieron una lectura errónea de fechas de los
Anales de Zurita según Rajadel.
Toda esta teoría en torno a la fundación de la Cofradía,
quedará despejada una vez se investigue sobre su Historia, la
cual está aún pendiente de publicación no tardando mucho en
hallarse entre nosotros. Según algunas fuentes se fundó por
Caballeros de la Orden procedentes de Jerusalén que no
queriendo perder este vínculo tan sagrado por el que habían
luchado tanto, entregando sus vidas y haciendas en la mayoría
de los casos, hallaron en su fundación el referente que les
seguía vinculando a su misión. Este argumento transferido por
el anotado al pie no es único ni exclusivo de la Orden del
Sepulcro, todas las Ordenes de este carácter, cuando sus
caballeros pasaban a la situación “B” que por su edad más
convenía tenerlos en la retaguardia, se constituían en
responsables y encargados en muchos casos de la logística de
la Orden, junto a los monasterios de los mismos que
funcionaban como células de producción y abastecimiento;
ejemplos hay en los Templarios, San Juanistas, Teutones, etc.,
sin esa logística era difícil mantenerse y así posiblemente
ocurrió en nuestra Cofradía. Hay quien opina lo contrario pero
no ha dejado escrito donde se haga constar, según esta fuente,
no hubo caballeros en Zaragoza hasta bien entrado el siglo
XVI/XVII y nunca vinculados a la Cofradía, son datos no
comprobados, por lo tanto sin afección, ni interés para este
caso.
Que su origen sea o, no caballeresco carece de toda
relevancia y pertenece al mundo de lo anecdótico y, no
corresponde a este trabajo estudiarlo. Sea como fuere, al
transcurrir de los siglos perdería esa condición caballeresca y
nobiliar que era preceptivo a todo aspirante demostrar; para
pasar a resultar Cofradía atípica por la composición de sus
miembros. Desde sus inicios (hasta donde tenemos memoria)
su base social estaba integrada por labradores, jornaleros en su
mayoría sin despreciar otros oficios que por devoción
satisfacían ante el Yaciente su manifestación religiosa y su
fervor cristiano, habiendo sido entre los anteriores cofrades
personajes relevantes de la vida zaragozana en sus distintas
épocas.
El insigne taustano D. Mariano Supervía, Sepulcrista
desde el 1872, en 1895 fue nombrado Obispo de Huesca. El
mismo año ingresó el Beneficiado de San Pablo D. Clemente
Pardo de tan buen recuerdo. El Canónigo D. Lorenzo Abizanda
en 1891. En 1893. La señora baronesa de la Linde cofradesa. El
párroco de San Nicolás D. Mariano Casbas y D. Antonio
Salvador, hasta perder su carácter de parroquia en 1902. En
1905 Dñª María Luisa Lombat, Marquesa de Chasseloup
habitante de Paris, se inscribe como cofradesa13. D. Segundo
Cantero Beneficiado de San Pablo, a D. Severino Pérez
Capellán y hermano 1915 al igual que el canónigo Sr. Gil Ulecia.
Caso curioso Dñª Margarita López priora de las Comendadoras
de Santo Sepulcro que en el siglo pasado se inscribió como
hermana de la Cofradía, al igual que Dñª Carmen Delgado, hija
de familia zaragozana, monja profesa del Convento de Jesús y
María en San Gervasio de Barcelona.
Se ha hablado de la pertenencia al Gremio de
Labradores, nada más alejado de la realidad, no hay nada que
documente, vincule o justifique tal afirmación. En las
Ordinaciones más antiguas no se recoge en ningún momento tal
circunstancia. Que su composición se identificara más con este
gremio, no significa que el resto estuviese vetado. Los estatutos
más antiguos (Ordinaciones de 1693) no hablan de ello, la
limitación al acceso viene impuesta por sus antecedentes ya
espirituales, ya sociales, ya policiales, en ningún documento he
visto que la pertenencia a un oficio ajeno al mayoritario de la
Cofradía pudiera suponer un rechazo, al postulante. Este venía
desde otros derroteros que, sí se contemplan en el articulado
del texto legal. La conducta social, moral y su manifiesta
devoción religiosa, sí eran excluyentes, no así su medio o forma
de ganarse el sustento.
Hay que tener en cuenta que no solo la formaban los
labradores, había entre otros, jornaleros gentes que se
empleaban allá donde hubiese un jornal que llevar al hogar,
aguadores como hemos visto en el catastro de 1766 e incluso
un posible impresor, las mujeres formaban en igualdad de
condiciones que los hombres al igual que hoy, es otro dato a